Los podólogos, además de una sólida formación profesional sanitária, comparten, habitualmente, un perfil personal que se caracteriza por:
- HABILIDADES COMUNICATIVAS, que incluyen una gran capacidad de escucha y también de saberse explicar.
- HABILITAD MANUAL para llevar a cabo tratamientos que requieren precisión
- INTERÉS POR LOS OTROS Y SU BIENESTAR
- GOZAR DEL TRATO CON LA GENTE
- PACIENCIA Y SENSIBILIDAD, con mucha dosis de empatía hacia los pacientes que sienten dolor o se sienten incómodos por las afecciones que tienen en los pies.
- CAPACIDAD PARA TRANSMITIR TRANQUILIDAD
- CAPACIDAD DE PLANIFICACIÓN Y ORGANIZACIÓN. También de llevar a cabo sus tareas de manera metódica.
- CAPACIDAD DE TRABAJO EN EQUIPO
- CAPACIDAD DE OBSERVACIÓN